"Wisirare y sus proyectos son un claro ejemplo de la fuerza de la solidaridad"
Proyecto Conserva Bio+
Ejecuta la Fundación Palmarito con el apoyo y el respaldo del Grupo GHL
El compromiso y acompañamiento del Grupo GHL a las iniciativas de conservación de la Fundación Palmarito da inicio en el 2012 con el proyecto ejecutado conjuntamente con el Fondo Patrimonio Natural bajo el nombre Pioneros en Conservación. Mas adelante, el proyecto es asumido integralmente por la fundación en 2019 y es relanzado en 2021, después de una pausa obligada por la pandemia, como Conserva Bio+.
Consiste en una campaña institucional del Grupo GHL al interior de los hoteles que la cadena opera en Colombia que busca incentivar a sus huéspedes a donar una pequeña suma de dinero que se destinará al programa de Conservación de Especies en Peligro de Extinción que adelanta la Fundación Palmarito en el Bioparque Wisirare.
A través de una atractiva campaña publicitaria diseminada en los distintos espacios de cada hotel, con la que se busca despertar la solidaridad hacia las dos especies que se crian en Wisirare, el Caimán Llanero y la Tortuga Charapa, el huésped de GHL tiene la oportunidad durante su estadía de conocer que el también llamado Cocodrilo del Orinoco es la especie en mayor peligro de extinción en Colombia debido a la presión ejercida por los humanos para el aprovechamiento de su piel y que la Charapa es la tortuga fluvial más grande de Latinoamérica y que también está en riesgo de extinción por el asedio del que es objeto por su carne y por sus huevos.
Al momento de registrar su retiro del hotel, se le recuerda al huésped que tiene la posibilidad de unirse a esta campaña con una pequeña donación la cual, después de un monto determinado, será premiada con un hermoso peluche de caimán o de tortuga.
A la fecha, Conserva Bio+ se ejecuta en 35 hoteles GHL a lo largo y ancho del país y se constituye en importante fuente de financiación del proyecto para salvar de la extinción a estas dos especies emblemáticas de nuestra Orinoquía que desde 2011 ejecuta la Fundación Palmarito con reconocido éxito en el zoocriadero que gestiona en el Bioparque Wisirare, donde actualmente crecen y se preparan para su posterior liberación cerca de 400 ejemplares de Caimán Llanero y 1200 ejemplares de Tortuga Charapa que se unirán a los 250 caimanes llaneros liberados desde 2015 y a las mas de 12.000 tortugas liberadas desde 2012.
Proyecto Vida Silvestre
Ejecuta la Fundación Palmarito con el apoyo y el respaldo de WCS
La llegada a Colombia en 2012 de Wild Conservation Society, WCS, marca el inicio del exitoso proyecto Vida Silvestre que desde 2014 ejecuta en Colombia esta organización con presencia a nivel global, bajo el auspicio de un grupo de donantes liderado por Ecopetrol y la Fundación Santodomingo. El proyecto se ha ejecutado en tres etapas independientes una de otra y en distintos periodos de tiempo.
La Fundación Palmarito y su proyecto para salvar de la extinción al Caimán Llanero o Cocodrilo del Orinoco, fue una de las diez propuestas seleccionadas desde la primera etapa.
Con el auspicio y financiación del Proyecto Vida Silvestre la Fundación Palmarito lleva a cabo la primera liberación del Caimán Llanero en Colombia en mayo de 2015, cuando son devueltos a la libertad 21 ejemplares de esta especie en una laguna bautizada como El Caimán, situada en el Parque Nacional El Tuparro, a orillas del rio Tomo. Este evento que contó con la presencia del Ministro de Medio Ambiente, la Directora de Parques Nacionales, la Directora de Corporinoquia, el Presidente de la Fundación Palmarito y del Grupo Ghl, el Director de WCS Colombia, representantes del cuerpo diplomático acreditado en Colombia y reporteros de varios medios de la prensa nacional e internacional, abre el camino para una serie de liberaciones posteriores en distintas áreas protegidas de la Orinoquía que permiten posicionar el programa de Conservación de Especies en Peligro de Extinción que adelanta la Fundación Palmarito en el zoocriadero ubicado en Wisirare, como una de las iniciativas más exitosas y eficaces en el marco del Plan Nacional de Salvación del Caimán Llanero.
En la segunda etapa de Vida Silvestre se profundizó en el monitoreo de los ejemplares liberados y se adelantó una segunda liberación en la laguna El Caimán.
En la tercera etapa, en ejecución actualmente, el proyecto ha ayudado a financiar la manutención de los ejemplares que crecen en Wisirare, a monitorear su talla y peso mensualmente, a velar por el mantenimiento de las instalaciones del bioparque y al apoyo en las visitas técnicas de control que esporádicamente viene realizando a Wisirare el equipo de la Estación Roberto Franco de Villavicencio, adscrita a la Universidad Nacional de Colombia.
Ya se proyecta por parte de WCS la cuarta etapa del Proyecto Vida Silvestre en la cual, si somos nuevamente seleccionados, plantearemos la necesidad, además de continuar apoyando la cría en cautiverio en Wisirare, de realizar un censo actualizado que nos permita conocer el estado actual de las poblaciones silvestres y liberadas y determinar así, con certeza, si el número de individuos existentes en Colombia, que se calculaba en el 2015 en tan solo 250 individuos, ha crecido desde el inicio de las liberaciones como se espera que haya ocurrido.
Proyecto Conserva Aves
Ejecuta la Fundación Palmarito con el apoyo y el respaldo del Fondo Acción
En el año 2022 el Fondo Acción lanzó una convocatoria para un nuevo proyecto denominado Conserva Aves, contando con el apoyo de reconocidas organizaciones como Audobón, American Bird Conservancy, BirLife y Calidris, que a nivel mundial y local promueven la conservación de los ecosistemas a través del aviturismo. La Fundación Palmarito atendió este llamado y presentó una propuesta con el nombre Wisirare y el Cravo Sur, Santuarios de la Conservación Llanera la cual fue aprobada para su financiación, iniciando actividades en mayo de 2023.
Contempla dos frentes de trabajo, el primero en el Corredor Biológico de la Cuenca Baja del rio Cravo Sur y el segundo en el Bioparque Wisirare.
En el primer caso el objetivo es fortalecer la integridad del Corredor atrás mencionado mediante la incorporación de nuevas reservas de la sociedad civil al grupo ya existente en la zona y diseñar un plan de sostenibilidad financiera a estas áreas de conservación tomando como base principal el desarrollo del turismo de naturaleza, con énfasis en el aviturismo, aprovechando la excelente infraestructura hotelera existente a orillas del Cravo Sur.
Se estructurarán rutas turísticas para promover la visita de interesados en el turismo de aves a la zona, se capacitará a la población de las comunidades de la zona del Cravo en prácticas turísticas, dando especial relevancia a la formación de guías debidamente entrenados en la atención de los avituristas y, finalmente, se adelantarán por expertos en la materia inventarios de la fauna y la flora existentes en el Corredor, dando especial relevancia al inventario de aves.
En el caso de Wisirare el objetivo es obtener su inscripción como Zona Omec y reconstruir la infraestructura existente para convertir el bioparque en uno de los puntos de observación de aves mas relevante de la Orinoquía.
La reconstrucción planteada contempla, entre otras actividades, la recuperación de las vías internas, la reconstrucción de las dos torres de observación y de las compuertas que controlan las aguas de las dos grandes lagunas que conforman el complejo acuático del parque, ya que estas son el refugio de miles de aves, especialmente en la época de verano, cuando encuentran en este lugar un sitio adecuado para su reposo y alimentación.
Aunque existen estudios de la población de aves de Wisirare, estos serán actualizados ya que el último es de 2015 y se hace necesario validar esta información y verificar el posible impacto del cambio climático en éstas poblaciones.
La meta es reinagurar en el mes de enero de 2025 el Bioparque Wisirare y dar a conocer a propios y visitantes la nueva vocación del que está llamado a convertirse en el principal atractivo turístico de Orocué, población ribereña del Meta que actualmente esta abriendo sus puertas a un mercado ávido de destinos que lo reconecten con la naturaleza.
Los dos primeros años de ejecución del proyecto se emplearán en poner a punto los planes diseñados para promover el aviturismo tanto para el Corredor del Cravo como en Wisirare y así dedicar el tercer año a fortalecer la operación y consolidar su sostenibilidad financiera en el tiempo.
Los resultados parciales obtenidos hasta la fecha son mas que halagueños y se espera dar estricto cumplimiento al cronograma aprobado y poder dar y mostrar unos resultados que cumplan las expectativas generadas por este emprendimiento medioambiental, con el que se busca fortalecer las poblaciones involucradas y mejorar, a traves de la oferta de un turismo ético y responsable, su calidad de vida.
Proyecto Producir Conservando
Ejecuta la Fundación Palmarito con el apoyo y el respaldo de Agroindustrial de Palma Aceitera
En el marco de su certificación ante la Roundtable on Sustainable Palm Oil, RSPO, que en español se traduce como Mesa Redonda sobre Aceite de Palma Sostenible, la empresa Agroindustrial de Palma Aceitera, AIPA, adquirió una serie de compromisos entre ellos la ejecución de una compensación ambiental que por decisión de sus directivos se ejecutará por la Fundación Palmarito en la cuenca del Cravo Sur y en el Bioparque Wisirare.
El Plan de Acción diseñado por la fundación y puesto a consideración de Aipa y por su conducto a la RSPO, después de largos debates que se extendieron por más de dos años, fue aprobado y es así como en abril de 2024 se firma el Acuerdo de Voluntades entre AIPA y la Fundación Palmarito y se espera iniciar actividades a finales del mes de noviembre del mismo año.
La intervención en la cuenca del Cravo abarca varios frentes de trabajo. El primero es el registro ante Parques Nacionales de nuevas áreas de conservación de la sociedad civil que se incorporarán al ya extenso inventario existente en ésta cuenca, que la consolida como el principal polo de conservación privada de la Orinoquía.
El segundo frente es la regeneración de áreas intervenidas por cambio del uso del suelo en la Reserva Palmarito donde, gracias a la generosa sustracción del área de producción del predio por parte de su propietario, se recuperarán diez hectáreas que originalmente eran parte del bosque de galería sobre el Cravo y actualmente son potreros. Aquí se adelantará un proceso de regeneración activa con especies autóctonas, que enriquecerá el gran Corredor Biológico de la Cuenca del Rio Cravo Sur.
La tercera actividad a ejecutar es la construcción de cinco playas artificiales con sus correspondientes tanquillas de cría, que entrarán a reforzar las cinco existentes en varios predios de la cuenca donde la Fundación Palmarito adelanta parte de su programa de Conservación de Especies en Peligro de Extinción, que en esta zona enfoca sus esfuerzos en la protección de la Podocnemis unifilis, comúnmente conocida en el llano como Tortuga Terecay. Es una actividad que tiene un profundo sentido comunitario y ambiental pues serán los propietarios de los predios que hagan parte del proyecto quienes deberán recolectar los huevos en la época de ponienda de la Terecay y trasladarlos cuidadosamente a las playas artificiales donde, después de tres meses, nacerán los tortuguillos que se criarán cuidadosamente durante un año en las tanquillas construidas para este efecto, para proceder finalmente a su liberación.
Este es un proceso que se repetirá año tras año y que por la experiencia de la fundación en Wisirare con la Tortuga Charapa, sabemos que es un poderoso elemento de disuasión para las comunidades ribereñas quienes, instruidas sobre la importancia de ésta especie gracias a las capacitaciones que se les impartirán y su participación en las liberaciones, se vincularán activamente con sus ciclos de vida y velarán por su permanencia en el ecosistema, evitando la depredación de sus nidos y su cacería, suprimiéndola de su dieta y evitando su aprovechamiento como fuente de alimentación.
En el Bioparque Wisirare la intervención del proyecto establece también varias actividades en el Plan de Trabajo aprobado. Además de colaborar con el mantenimiento de los casi cuatrocientos caimanes que habitan en Wisirare, se construirán dos encierros similares a los existentes para albergar dos grupos de ejemplares adultos y en edad reproductiva, lo que significa que la capacidad de producción del zoocriadero de Wisirare se duplicará, con las poderosas implicaciones que ello traerá para las metas fijadas en el Plan Nacional para la Salvación del Caimán Llanero, pues se pasaría de ciento veinte nacimientos anuales, que es la cifra actual, a doscientos cuarenta que, una vez alcancen la talla mínima de ochenta centímetros que establece la norma, serán liberados en sus reductos naturales, incrementándose sustancialmente las posibilidades de alejar a la especie de la probable extinción que hoy la amenaza.
Se construirá también una instalación que albergará los equipos de un laboratorio clínico veterinario que financiará el proyecto, el cual permitirá la toma in situ de muestras a la población animal que se cría en Wisirare, garantizando una oportuna atención veterinaria. Estas actividades de control y monitoreo de la población de caimanes de Wisirare serán desarrolladas por dos pasantes universitarios que apoyarán la gestión de la Fundación Palmarito durante cinco años y cuya manutención también será financiada por el proyecto.
En resumen, este ambicioso proyecto, que implica una inversión por parte de Agroindustrial de Palma Aceitera y la Fundación Palmarito de importantes recursos a lo largo de doce años de ejecución, redundará en claros beneficios para los ecosistemas de la cuenca del rio Cravo Sur y para el Bioparque Wisirare y su especie emblemática, el Caimán Llanero, constituyéndose en un ejemplo a seguir de una empresa responsable del alcance de sus obligaciones ambientales con el entorno en el que opera y con la sostenibilidad de su área de influencia.
Proyecto Atsapani
Ejecutan la Fundación Palmarito y la Fundación Omacha
Cuando la Fundación Omacha invitó en el 2013 a la Fundación Palmarito a conformar equipo para la ejecución de un proyecto cuyo objeto era la conservación de la especie de tortuga fluvial más grande de Suramérica, conocida en la Orinoquía como la Charapa o simplemente como Tortuga, no se podía prever que esta iniciativa se convertiría en una de las banderas principales del programa de Conservación de Especies en Peligro de Extinción que la fundación adelanta en el Bioparque Wisirare y en la cuenca del río Cravo Sur.
El proyecto que se bautizó con el nombre Atsapani, que significa tortuga en lengua de la etnia Sikuani, contemplaba como punto de partida el estudio del estado de las poblaciones de Charapa en el rio Meta entre Orocué y Puerto Carreño y la división del área seleccionada en dos subzonas, la primera entre Orocué y la desembocadura del rio Casanare a cargo de la Fundación Palmarito y la segunda entre Puerto Carreño y Puerto Antioquia a cargo de la Fundación Omacha.
Una vez realizada esta caracterización se dio inicio a una campaña de educación ambiental con las comunidades ribereñas en especial con los habitantes que derivan su sustento de la pesca. Con ellos se estructuraron Acuerdos de Conservación que tenían como objeto el compromiso de su parte de cuidar los nidos de las tortugas que utilizan las playas que se forman en el curso del rio Meta durante el verano para desovar y de parte de la Fundación Palmarito el de ir anualmente a recolectar los huevos de estas nidadas para trasladarlos cuidadosamente a la playa artificial construida en el Bioparque Wisirare gracias al apoyo y supervisión de Corporinoquía.
En la primera recolecta se obtuvieron 1200 huevos y 1800 en la segunda de los que, después de tres meses de incubación, nacieron los tortuguillos que fueron trasladados a una tanquilla de cría construida con tal propósito.
Allí las alimentaron debidamente y crecieron bajo una estricta supervisión ejercida por el equipo de la Fundación Palmarito para, después de un año y medio, ser devueltas la mitad a los sitios donde se recolectaron los huevos mientras la otra mitad se liberó en otros lugares de la cuenca donde habían desaparecido por la presión de los humanos sobre sus huevos y su carne, iniciando de ésta manera un proceso de repoblamiento de esta especie y evitar que cada vez sea más difícil de encontrar en los sitios donde abundaba en el reciente pasado.
El proyecto Atsapani finaliza con excelentes resultados en 2015 y es entonces cuando la Fundación Palmarito decide continuarlo con recursos propios, tal y como ha sido desde entonces hasta la actualidad, con una breve y obligada pausa de dos años por causa de la pandemia.
A la fecha se han criado en Wisirare y liberadas en la cuenca del Meta más de doce mil tortuguillos de Charapa, lo que evidencia el éxito de este emprendimiento medio ambiental que solo ha sido posible por el indeclinable compromiso de las comunidades de pescadores del Meta con la conservación de ésta hermosa e imponente especie, emblemática de los Llanos Orientales de Colombia.