“Necesitamos tanto la naturaleza como la naturaleza necesita de nosotros"

Aves de Wisirare, Aves que nos unen

El Bioparque Wisirare, ubicado en Orocué, Casanare, es un tesoro natural no solo por su biodiversidad en flora y fauna, sino también por ser un polo emergente para el aviturismo en la región de los llanos orientales. En este santuario de conservación, las aves encuentran un hábitat privilegiado que combina extensas sabanas, cuerpos de agua y áreas protegidas, creando un refugio ideal para una gran diversidad de especies.

Uno de los mayores atractivos del bioparque es su complejo lagunar, donde se congrega una multitud de aves, especialmente en los meses de migración y durante las estaciones secas. Estas lagunas ofrecen un espacio seguro para la alimentación, el descanso y la reproducción de aves acuáticas y terrestres. Entre las especies que se pueden observar se encuentran desde aves endémicas hasta migratorias, como garzas, ibis, espátulas rosadas, halcones y diversas variedades de patos, lo que lo convierte en un lugar fascinante tanto para observadores aficionados como para expertos.

Los visitantes pueden disfrutar de este espectáculo natural recorriendo los once kilómetros de vías internas que serpentean a lo largo del bioparque, permitiendo un acceso cercano y respetuoso a los hábitats de las aves. Estas rutas están diseñadas para que los turistas puedan disfrutar de la avifauna sin perturbarla, proporcionando una experiencia inmersiva en la naturaleza. Además, el bioparque cuenta con dos torres de observación, estratégicamente ubicadas para brindar una vista panorámica de los cuerpos de agua y las sabanas, ofreciendo a los avituristas la oportunidad de observar las aves en pleno vuelo, anidando o alimentándose en las lagunas.

El aviturismo, una de las actividades de turismo de naturaleza con mayor crecimiento a nivel mundial, encuentra en Wisirare un escenario perfecto para su desarrollo. La riqueza de especies y la infraestructura disponible hacen de este sitio un referente no solo para Casanare, sino para toda Colombia. Este tipo de turismo, además de fomentar la conservación de las especies y sus hábitats, genera un impacto económico positivo para las comunidades locales, creando un círculo virtuoso entre desarrollo sostenible y protección del medio ambiente.

La experiencia de observar aves en Wisirare va más allá de la simple contemplación. Es un recordatorio de la fragilidad y la belleza del entorno natural de los llanos, y de la importancia de espacios como este para la preservación de la vida silvestre y el bienestar ecológico de la región.